El ser humano no acostumbra a ponerse de acuerdo en muchas cosas, pero parece que ha llegado a una especie de consenso general en el cual, unos trozos determinados de papel representan el valor de las cosas. Lo que comenzó siendo una promesa de pago por escrito o pagaré, ha llegado a convertirse en dinero.
El billete de banco propiamente dicho, surgió en España con retraso. En 1656 el Banco de Estocolmo ya había lanzado los primeros billetes, y en España no aparecieron hasta finales del siglo XVIII.
El Banco Nacional de San Carlos (uno de los antecesores inmediato del Banco de España) no fue creado hasta finales del siglo XVIII, por lo cual sus primeros billetes tienen fecha de 1 de Marzo de 1783.
Desde la sencillez de estos primeros billetes o pagarés monocromos hasta mediados del siglo XIX, van aumentando de múltiples formas las medidas de seguridad de los mismos para evitar su falsificación. El 1 de Mayo de 1856 aparece el primer billete Español impreso en varias tintas (otra medida de seguridad para evitar su falsificación), que fue fabricado en Londres.
En 1868 el Banco de España monta unos talleres propios para la fabricación de billetes. Los billetes allí fabricados, aunque con calidad en los grabados, no ofrecen las suficientes garantías por la escasez de medios técnicos, además que la capacidad de estos talleres no es suficiente para atender las demandas de la circulación nacional impuesta por el decreto de 1874 y tiene que alternar la fabricación de los billetes con otras casas. La fábrica del Banco prolongaría sus actividades hasta 1925 con escasa fortuna.
La casa de Londres "Bradbury Wilkinson and Company" es la encargada de suministrar los billetes a España entre 1906 y 1936 que alcanzó un alto grado de perfección técnica.
En 1936, la guerra civil, causa graves trastornos en el abastecimiento de medios de pago en ambas zonas del conflicto. Mientras los republicanos se aprovechan de los billetes acumulados previsoramente por el Banco en las cajas de Madrid; los nacionales recurren a las industrias de Alemania e Italia, al tiempo que imprentas del país fabrican los "billetes divisionarios". La precipitación de todos estos encargos repercute en la calidad y garantía de las impresiones de los billetes. Terminado el conflicto, por decreto del 24 de Junio de 1941, se convierte en proveedor único de billetes a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, la cual ha conseguido atender con eficacia las necesidades de una circulación siempre creciente.
Los Vales Reales, emitidos con autorización de Carlos III el 20 de septiembre de 1780, constituyen el primer papel moneda conocido en España.
Una de las causas de la creación del Banco Nacional de San Carlos, es la depreciación sufrida de estos Vales reales. Los primeros billetes de banco españoles fueron los producidos por este banco con el nombre de "cédulas", impreso sólo por una cara.
La primera emisión de estos billetes, o cédulas, tiene lugar el 1 de Marzo de 1783, y una segunda emisión fue el 1 de Marzo de 1798.
Orlas y colores distintos para cada serie, el tamaño aproximado es de 200 x140 mm.
Una de las condiciones de la transacción entre el gobierno y el banco de San Carlos a la liquidación de éste, estipulaba que los 40 millones de reales que recibía en pago de sus créditos contra el Estado se destinará a la creación del capital de un nuevo banco, como así fue el 9 de Julio de 1829 con el nombre de Banco Español de San Fernando.
Los billetes que este banco emitía, no podían ser superiores a 4000 reales, ni inferiores a 500 reales, con lo cual sólo emitió billetes de 500, 1000 y 4000 reales. Los primeros billetes de este banco se ponen en circulación el 28 de Septiembre de 1830.
Los billetes son muy sencillos, realizados en la sección de grabado de la Real Fábrica de Moneda e impresos por una sola cara.
Este Banco emitió billetes en 1830 con las series 500, 1000 y 4000 reales. No se conservan ejemplares de esta emisión, pero las planchas son las mismas que se utilizaron en 1835. Las medidas para todas las series son 172 x 103 mm.
Este banco nace por real decreto de 25 de Enero de 1844. Este banco relanza la serie de billetes de 200 reales e introduce las series de 5000 y 10000 reales hasta entonces no utilizadas en España. Por real decreto de 25 de Febrero de 1847 se ordena la fusión del Banco de Isabel II con el Banco Español de San Fernando.
La emisión principal que realizó el banco de Isabel II tiene fecha de 1 de Junio de 1844 y constaba de las series de 200 reales de tamaño 153 x 120 mm, 500 reales de tamaño 153 x 120 mm, 1000 reales de tamaño 166 x 119 mm, 5000 reales de tamaño 153 x 123 mm y 10000 reales de tamaño 155 x 120 mm. Una innovación que introduce este banco es que por primera vez los billetes llevan impresión en el reverso.
Este banco en su creación, fue confirmado para la emisión de billetes exclusivamente de Madrid de valores que no excedieran de los 10000 reales y no fueran inferiores a los 500 reales, aunque también se emitieron de 200 reales. El billete difiere bastante de la época anterior. En esta época se pasa de las impresiones en una sola tinta a impresiones en tintas de varios colores.
Emisión de 1º de Abril de 1848, series de 200 reales en papel azul claro y 500 reales en papel azul fuerte. El tamaño es el mismo que los de la serie anterior.
La ley del 28 de Enero de 1856 estableció la pluralidad de bancos de emisión. La cuantía máxima de los billetes se fijó en 4000 reales y la mínima en 100 reales. La ley del 26 de Junio de 1864 reformó el sistema monetario, creando el "escudo" como unidad básica, equivalente a 10 reales, lo que obligó al banco a realizar nuevas emisiones.
Con el Banco Español de San Fernando compartían el privilegio de emisión en sus respectivas localidades el banco de Barcelona, fundado el 1 de mayo de 1844, y el Banco de Cádiz, que adquirió este nombre en 1846. Hasta 21 bancos de emisión, incluido el de España, llegaron a autorizarse. Esta pluralidad de bancos fue un factor muy activo en la difusión del papel moneda.
En esta época emitieron billetes los bancos:
Con el decreto de ley de 19 de Marzo de 1874, se le da al banco de España el privilegio único de emisión de billetes para todo el país. En 1884 el Banco de España tenía 47 sucursales abiertas, y fue entonces cuando consiguió verdaderamente la circulación nacional.
La creciente demanda de billetes para las transacciones obligó al consejo del banco a ampliar el círculo de sus proveedores. A partir de 1876 se empieza a alternar con los talleres del propio banco en la confección de billetes. En 1884 el banco termina las relaciones con la casa americana y reorganiza su departamento de fabricación dotándole de nuevos medios. Sin embargo, los billetes no alcanzan la perfección y condiciones de seguridad exigidas. En 1906 la casa "Bradbury Wilkinson and Company", de Londres, se convierte en el único proveedor del banco hasta la guerra. La rapidez, calidad y garantías técnicas de los nuevos billetes dotan a los billetes de gran estabilidad. En este periodo el banco puede ver cumplido su antiguo deseo de contar con emisiones de reserva en cantidades suficientes para atender cualquier necesidad inmediata.
A la llegada de la república el 14 de Abril de 1931 los billetes que circulaban en España, a excepción del de 25 pesetas de 1926 (dedicado San Francisco Xavier), estaban grabados con retratos de reyes, incluido el reciente monarca destronado, Alfonso XIII, en el de 50 pesetas de 1927.
El 23 de Julio de 1931 el presidente del Gobierno Provisional de la República decreta lo siguiente:
El Banco de España, de acuerdo con la Comisión de Hacienda del Gobierno Nacional, anuncia el 7 de noviembre de 1936 que no serían reconocidos los billetes puestos en circulación por el Gobierno de la República con posterioridad al 18 de Julio y que los anteriores deberían ser estampillados. Los billetes estampillados, mediante sello en seco, circularon en zona nacional hasta el 15 de Mayo de 1937, en que fue dada la orden de retirada al canjearse por los de la emisión de 21 de Noviembre de 1936. El Gobierno de la República prohibió la tenencia y circulación de los billetes con estampillado nacional. El estampillado de los billetes era una medida de urgencia. El consejo acordó la emisión de nuevas series de billetes, las cuales fueron encargadas a las fábricas de Londres, que se negaron y siguieron suministrando billetes a la zona republicana. Ya el 28 de Octubre había acordado el consejo de Burgos, donde se había instalado temporalmente la capital de la zona nacional, iniciar gestiones con la casa "Giesecke y Devrient", de Leipzig, que fructificaron el 21 de Noviembre en un encargo de billetes provisionales de 1000, 500, 100, 50 y 25 pesetas.
Emisiones divisionarias.
La escasez de moneda de plata que se observó desde los primeros momentos en la zona nacional impulsó a la Junta Técnica del Estado, el 29 de Abril de 1937, a autorizar al Banco de España billetes de series inferiores a 25 pesetas. El consejo del Banco encargó a una casa de Zaragoza la emisión de billetes de 5 y 10 pesetas, con papel y tintas procedentes de Alemania. La emisión que lleva fecha de 21 de Noviembre de 1936, es la primera realizada en la zona nacional con unas dimensiones de 110 x 60 mm. En Julio de 1937 la casa "Portabella" presentó nuevos modelos de billetes de 5 y 10 pesetas, aprobándose el de 5 pesetas y acordándose que su emisión llevara fecha de 18 de Julio de 1937. Se imprimieron billetes sin letra de serie y con las letras A, B y C, con un tamaño de 103 x 50 mm. Se encarga otra emisión de billetes de 5 pesetas a la casa Alemana con fecha de 10 de Agosto de 1938. Se imprimieron billetes de un tamaño de 86 x 54 mm y sin letra de serie y con letras de serie A, B, C, D, E, F, G, H, J, K, L y M.
La escasez de moneda fraccionaria alcanzaba a las de pequeña cuantía, y no encontrándose la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en condiciones de poder acuñarla, el consejo del Banco entabla conversaciones con la casa de Milán para emitir billetes de 1 y 2 pesetas. Se fabricaron billetes de 1 peseta, con medidas de 72 x 52 mm, y 2 pesetas, con medidas 87 x 57 mm. La fecha de la serie es 12 de Octubre de 1937 y letras de serie de la A a la M. La casa de Milán realizó dos nuevas emisiones de billetes de 1 peseta con fechas de 28 de Febrero y 30 de Abril de 1938, ambas con las mismas características y medidas de 72 x 52 mm. Los de la primera emisión tenían letras de serie de la A a la G y los de la segunda emisión letras de la A a la N. También se fabricaron billetes de 2 pesetas con fecha de emisión de 30 de Abril de 1938, con las mismas características que el de 1937.
Las emisiones del Norte de España.
Aislado el País Vasco y las provincias de Santander y Asturias del resto de la zona republicana, tuvieron que arbitrar procedimientos para proveer de moneda a la población.
Banco de Bilbao.
Ya el 30 de Agosto de 1936 la Junta de Defensa de Vizcaya dispuso la emisión de talones al portador contra cuentas corrientes del Banco de España en valores de 5, 25, 50 y 100 pesetas.
El Gobierno de Euskadi, a través de su Departamento de Hacienda, publicó con fecha de 16 de abril una orden autorizando la emisión de moneda de níquel de 1 y 2 pesetas y nuevos talones o billetes destinados a recoger los que se encontraban en circulación. Tales talones-billetes eran de circulación forzosa en el territorio sometido al gobierno de Euskadi, estaban exentos del impuesto del timbre y tenían fuerza liberatoria para toda clase de pagos. las entidades emisoras de estos billetes fueron: Banco de Bilbao, Caja de Ahorros y Monte de Piedad Municipal de Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína, Banco Central, Banco del Comercio, Banco Guipuzcoano, Banco Hispano Americano, Banco Urquijo Vascongado y Banco de Vizcaya. Las series de 500 y 1000 pesetas no llegaron a circular.
Santander.
El 30 de Septiembre de 1936 la sucursal del Banco de España en Santander se dirige a la central de Madrid solicitando autorización para emitir talones especiales ante la insuficiencia de la moneda divisionaria, tanto en billetes como en Plata, concediéndosela el 17 de Octubre de 1936. Emitieron billetes las entidades: El Banco Mercantil, Banco de Santander, Banco Hispano Americano, Monte de Piedad, Banco de Bilbao y Banco Español de Crédito. Las Emisiones comprenden series de billetes de 5, 10, 25, 50 y 100 pesetas.
Gijón.
El 24 de Octubre de 1936 el departamento de Hacienda del Consejo de Asturias y León dispone la primera emisión de talones especiales contra la cuenta que la Caja Central de Depósitos tenía en la sucursal del Banco de España en Gijón. Las Emisiones comprenden series de billetes de 5, 10, 25, 50 y 100 pesetas. En 1937 se realiza una nueva emisión de billetes, esta vez la serie sólo consta de los valores de 50 pesetas (no circuló) y 100 pesetas.
Los motivos que llevaron al gobierno republicano en 1935 a emitir "Certificados de Plata" se extendieron durante la guerra al resto de la moneda metálica fraccionaria, que comenzó a escasear debido, principalmente, a la rápida depreciación del signo monetario en todo el territorio sometido a las autoridades de Madrid. El atesoramiento y la desmonetización de la plata y los metales en que estaban acuñadas las monedas divisionarias fueron suplidos por el papel que comenzaron a emitir no sólo los organismos regionales, sino Ayuntamientos, Unidades Militares, Sindicatos, Empresas y hasta Particulares.
Emisiones de la Generalitat de Cataluña.
Apenas comenzada la guerra la Generalitat dispuso, mediante decreto de 21 de septiembre de 1936, la emisión de papel moneda divisionaria. Se emitieron valores de 2,50 (de tamaño 155 x 60 mm), 5 (de tamaño 160 x 63 mm) y 10 pesetas (de tamaño 160 x 67 mm). Todos con el mismo anverso pero en colores diferentes.
Emisiones del Consejo de Asturias y León.
También, en 1937, el Consejo de Asturias y León decide realizar una serie de billetes fraccionarios para suplir la falta de dicho numerario. Las series fueron de 25 céntimos (de tamaño 80 x 40 mm), 40 céntimos (de tamaño 83 x 42 mm), 50 céntimos (de tamaño 92 x 45 mm), 1 peseta (de tamaño 97 x 50 mm) y 2 pesetas (de tamaño 106 x 52 mm).
Papel moneda de las entidades locales.
Más de 2000 entidades, sin contar algunos comerciantes individuales, emitieron moneda en el periodo comprendido entre 1936 y 1938 por toda España, con cerca de 7000 "billetes" diferentes. Los valores oscilan entre los 5 céntimos de peseta a 100 pesetas con formato, generalmente, rectangular. Hay también emisiones menos frecuentes en discos metálicos de hierro, latón cobre o zinc. En su gran mayoría la impresión se hizo en papel o cartón, pero existen ejemplos sobre pergamino, celuloide, madera y cuero.
Emisiones del Gobierno Central.
La situación se hizo tan caótica que el Ministerio de Hacienda, el 6 de Enero de 1938, dictó un decreto disponiendo la retirada de todo papel moneda emitido por organismos y entidades locales. Con el fin de cubrir el vacío que dejaban estos signos monetarios lanzados en grandes cantidades, un nuevo decreto del 24 de Febrero siguiente dictaba normas para la acuñación de moneda metálica fraccionaria y autorizaba como solución provisional la circulación de timbres móviles adheridos a unos discos de cartón fabricados por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con fibras cruzadas difíciles de imitar, que llevaban impreso en una de las caras el escudo de España con corona mural. Los discos tenían 35 mm de diámetro y los valores autorizados eran de 10 y 15 céntimos en timbres móviles, pero más tarde se utilizaron todos los sellos móviles hasta los de 50 céntimos. El Ministerio de Hacienda de la república, con fecha 12 de enero de 1938, autorizó la emisión de unos "Certificados Provisionales de Moneda Divisionaria" por valores de 50 céntimos (de tamaño 78 x 37 mm y series A, B y C), 1 peseta (de tamaño 86 x 46 mm y series A, B y C) y 2 pesetas (de tamaño 86 x 46 mm y series A y B). Todos fueron realizados por la FNMT.
Los ingentes problemas monetarios que España tenía planteados al final del conflicto comenzaron a resolverse con la Ley de Desbloqueo de 7 de Diciembre de 1939, dictada por Larraz, que restablece con acierto la normalidad en los pagos en el interior del país y sienta las bases para la reconstrucción del Banco de España y consiguiente liquidación monetaria de la guerra.
El 13 de Marzo de 1942 se dicta la ley que fusiona los balances del Banco de España en las dos zonas y regulariza su funcionamiento unificado.
El estallido de la II Guerra Mundial, en Septiembre de 1939, aumentó las dificultades de aprovisionamiento de billetes del exterior y llevó al Banco, tras el vano intento de formar una fábrica de billetes con capital privado, a contratar exclusivamente con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. El trabajo que pesó sobre la Fábrica fue, desde el primer momento, abrumador. Además de las grandes cantidades de "billetes divisionarios" que hubo necesidad de emitir por falta de moneda metálica, se hacía preciso atender las necesidades de una circulación siempre creciente.
La Fábrica no regateó esfuerzos para proveer al Banco de los billetes que le eran demandados por el público, con garantías técnicas que han permitido una gran estabilidad en la circulación, e incluso los antiguos deseos de la Administración del Banco de contar con emisiones de reserva se han visto cumplidos.
Emisiones de billetes divisionarios:
A lo largo de este periodo la FNMT, única encargada a nivel nacional de la fábrica de billetes y monedas, va normalizando los tamaños de los billetes haciéndolos más pequeños y rectangulares, con tamaños decrecientes según sus valores. También se irán introduciendo valores nuevos según las necesidades del momento, como son los de 200, 2000, 5000 y 10000 pesetas.
Durante el periodo colonial español algunas de sus colonias, que no se habían independizado aún, estaban autorizadas a la emisión de papel moneda. Se imprimieron billetes en Filipinas (desde 1852 a 1908), Santo Domingo (1862), Isla de Cuba (desde 1857 a 1897) y en Puerto Rico (desde 1813 a 1909).
No sólo las provincias ultramarinas emitieron billetes, también la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre realizó unas emisiones de billetes para Guinea Ecuatorial a pesar de haber sido declara nación independiente y cuyos billetes tenían su valor en pesetas y bipkweles.
1 - Filipinas:
Durante el reinado de Isabel II se crea en el archipiélago el "Banco Español Filipino de Isabel II". La creación de esta primera institución bancaria en el archipiélago ayudó muchísimo a la creciente economía de la zona. Dicho banco no fue una creación aislada, sino que estaba relacionado con la dinámica mercantil y bancaria de la península y relacionado con el Banco Nacional de España. El Banco Español Filipino de Isabel II fue autorizado el 1 de Agosto de 1851 para imprimir billetes que no podían ser inferiores a 10 pesos ni superiores a 200 pesos. Dichas emisiones comenzaron el 1 de Mayo de 1852. Aunque las emisiones de billetes comenzaran en 1854, el banco no pudo distribuirlas al público en general hasta octubre de 1854, después de que el gobierno de Madrid emitiera un decreto dando al banco el privilegio de emisión.
En 1896, por real decreto, el banco fue reorganizado y realiza nuevas emisiones de billetes.
En 1898 España pierde Filipinas como colonia y pasa a estar bajo la administración de Estados Unidos. Después de la ocupación Americana, el Banco Español Filipino defendió su derecho a seguir emitiendo billetes y así se lo reconocieron las autoridades americanas. Continuó sus emisiones de billetes realizando nuevas emisiones de billetes con fecha de 1904 y otra con fecha 1908.
La emisión de 1908 es la última con el nombre de El Banco Español Filipino pues pasada esta fecha el banco vuelve a cambiar de nombre y pasa a llamarse ahora El Banco de las islas Filipinas y continuando sus emisiones con normalidad hasta la actualidad, siendo así el banco más antiguo de las islas.
En 1877 El Tesoro (de Manila) realiza una emisión de billetes.
2 - Santo Domingo:
Después de muchas vicisitudes y problemas, principalmente a causa del gran número de billetes falsos que circulaban por la isa a nombre de la república dominicana, se llega a un acuerdo para volver a España y que sea ella quien se encargue de la emisión de los nuevos billetes.
Una vez solucionados los problemas se realizan las emisiones de billetes a cargo de la Intendencia de Santo Domingo con emisión de 1 de Mayo de 1862. Los billetes fueron numerados manualmente con máquina de numerar y firmados a mano por el presidente de la intendencia, el contador y el tesorero. Fueron impresos en tipografía, talonarios dobles, con sello en seco con el escudo de la Reina Isabel II y otro de tinta roja del ministerio de Guerra y Ultramar.
Dichos billetes tenían una deficiente calidad, con lo cual se deterioraban muy rápidamente. Al llegar estas noticias a oídos de la Reina Isabel II, dispuso por real orden en 1864 que se realizara una nueva emisión de billetes con papel de la más alta calidad para evitar todos los problemas que se producían con los anteriores. Esta nueva emisión fue encargada a la firma inglesa Bought of J. H. Saunders, de Londres. Dichos billetes nunca fueron puestos en circulación, aunque estaban impresos, por la decisión de las autoridades de la realeza española de abandonar la isla. Los billetes quedaron entonces en poder del jefe de la Comisión de Hacienda en Londres.
3 - Cuba:
Desde finales del siglo XVIII, una serie de circunstancias favorecieron en la isla de Cuba un rápido crecimiento económico, basado principalmente en la expansión del cultivo de la caña de azúcar y, por consiguiete, todo lo que va aparejado con el, maquinarias, instalaciones eléctricas, lineas ferreas, muelles.... Todo ello llevó a convertir a Cuba en el mayor productor de azucar del mundo a mediados del siglo XIX.
Este rápido crecimiento pronto se vió necesitado de financiación y por ello a mediados del siglo XIX empiezan a aparecer los primeros bancos en la isla, constituidos como sociedades anónimas. Esto da lugar a la aparición de los primeros billetes en esas mismas fechas.
El primer banco cubano, el Banco Real de Fernando VII, fue creado en 1832. Había sido promovido por el intendente de Hacienda, Claudio Martínez de Pinillos, con el propósito de obtener rendimiento de los caudales que se iban acumulando en las cajas públicas. El banco generaba grandes beneficios, que valian para satisfacer las necesidades de la isla y mandar grandes sumasa de dinero a la península. Al poco de constituirse, estalló en España la guerra carlista y se produjo un aumento de las necesidades del Tesoro metropolitano. Las nuevas exigencias financieras se tradujeron en una creciente presión sobre los recursos coloniales además de tener la anticipación del subsidio extraordinario de guerra. Todo esto llevó a la descapitalización del banco y causar su cierre en 1841.
En 1841 se creó la Caja de Ahorros, Descuentos y Depósitos de La Habana, Orientada a promover el ahorro popular, admitía depósitos a un 6%, hacía cobros y pagos, descontaba letras y pagarés, y contemplaba la apertura de préstamos hipotecarios.
El Banco Español de la Habana:
El Banco Español de la Habana se crea por real decreto de 6 de febrero de 1855. Es el primer banco creado en la isla al que se le concede privilegio de emisión de billetes, por un plazo de 25 años prorrogables desde el comienzo de su funcionamiento.
Los billetes fueron encargados e impresos por las casas Bradbury Wilkinson de Londres y por la Compañía Nacional de Billetes de Banco de Nueva York. Los billetes fueron impresos sin firmas ni fechas, los cuales se ponían a mano según iban saliendo a circulación, lo que implica que se puede encontrar un mismo billete con diferentes fechas.
Las emisiones comienzan en 1856 asemejándose los billetes a un talón con matriz a la izquierda y con valores de 50, 100, 300, 500 y 1000 pesos. En 1859 se completa la serie con un billete de 25 pesos.
En la década de 1860 el banco realiza unas emisiones de billetes para diferentes sucursales, Cárdenas, Matanzas y Sagua la Grande. Cárdenas tiene valores de 10, 25, 50, 100, 300, 500 y 1000 pesos, Matanzas tiene valores de 5, 10, 25, 50 y 100 pesos y Sagua la Grande tiene valores de 10, 25, 50, 100, 300, 500 y 1000 pesos. Todas estas emisiones de sucursales no llegaron a circular y sólo se conocen algunas pruebas. Los billetes de esta emisión con como los de la cuarta emisión (1872 - 1892) sólo que apareciendo el nombre de la sucursal a la que van destinados.
En 1869 se realiza una emisión de billetes en los que figura "La República de Cuba" y otra con "La República de Cuba por medio de la Junta Central Republicana de Cuba y Puerto Rico". Estos billetes se podrían adquirir sólo para cooperar con la lucha armada o para adquirir una serie de bonos de diferentes denominaciones que emitió la Junta con el mismo propósito que se abonarían una vez proclamada la República..
Además de los billetes que podía emitir, según el privilegio concedido, por convenios con el Ministerio de Ultramar, el Banco Español de la Habana participó en la emisión de "billetes extraordinarios de guerra", que figuraban en los balances bajo rúbrica distinta y que se fueron amortizando en años sucesivos. También colaboró en el lanzamiento de obligaciones de tesoro de la Isla de Cuba, a partir de 24 de agosto de 1878, que fue la primera emisión por valor de 25 millones de pesos, en títulos de 100 pesos.
El Tesoro de la Isla de Cuba:
El tesoro de la Isla de Cuba se encargó de emitir papel moneda y de controlar su circulación desde 1891 hasta 1896. Sólo realizo una emisión fechada en 12 de Agosto de 1891. En dichos billetes aparece por primera vez el escudo de España y el Banco Español de la Isla de Cuba se ocupaba de su amortización y pago de intereses. Los billetes fueron impresos por la casa Bradbury Wilkinson de Londres con los sistemas de calcografía en el anverso y tipografía en el reverso.
El Banco Español de la Isla de Cuba:
En 1880 El Banco Español de La Habana fue reorganizado y cambiados sus estatutos, para adecuarlos a las nuevas normativas del momento. Aprovechando la coyuntura y que en 1881 finalizaba el privilegio de emisión del banco, el banco cambia su nombre y pasa ahora a llamrse El Banco Español de La Isla de Cuba y es autorizado para la circulación fiduciaria única en toda la isla (privilegio de emisión durante otros 25 años). Ésta fue la última de las instituciones oficiales española que emitió billetesen la isla, desde 1891 hasta 1897. La gran mayoría de los billetes que se emiten durante este periodo son con valores fraccionarios. Realizó dos emisiones; la primera, con fecha de 15 de Mayo de 1896, con valores de 5 y 50 centavos y 1, 5, 10, 50, 100, 500 y 1000 pesos y la segunda emisión con fecha de 15 de Febrero de 1897 y con los valores de 10 y 20 centavos y 5 pesos. Con estas emisiones se intenta paliar la falta de moneda fraccionaria en circulación por la depreciación del peso. Los billetes fueron impresos por la American Bank Note de Nueva York y Bradbury Wilkinson de Londres. Algunos de los billetes de la emisión de 1896 fueron estampados con una sobrecarga en rojo con la palabra PLATA, para distinguirlos a efectos de canje.
Estas son las últimas emisiones de billetes españoles realizadas en la Isla de Cuba. El banco siguió funcionando hasta que en 1926, incapaz de subsistir a la crisis de la década de 1920, liquidó y cerró.
4 - Puerto Rico:
Colón, en su segundo viaje, puso nombre a la isla denominándola San Juan Bautista. En 1511 Fernando el Católico, como regente de Castilla en nombre de su hija Juana, a instancias del gobernador, otorga a la isla su escudo, siendo éste el primer escudo de un territorio en América.
Después de la conquista por Juan Ponce de León, Puerto Rico se sostuvo con sus recursos minerales, pero al agotarse estos, la Corona Española tuvo que dar apoyo monetario a la isla con un decreto en 1584, por el que se obligaba a los virreinatos a contribuir a los gastos, especialmente los militares, de la isla. Estas transferencias de plata se denominaron “El Situado Mejicano”. Dicho Situado no llegaba con la regularidad necesaria a causa de los piratas y huracanes, lo que hizo necesario la aplicación de impuestos a los proveedores extranjeros, los cuales pagaban los tributos por medio de documentos de difícil cobro. Debido al difícil cobro de éstos documentos Felipe IV obligó a que el pago se realizase con documentos oficiales avalados por la Corona. Se cree que estos pagarés fueron los que dieron la idea de emitir documentos equivalentes a moneda en casos de falta de numerario.
En 1766 por Real Orden de 22 de Agosto, y refrendado por segunda vez en 1767, se imprimió un papel moneda con valor de 8 reales para que circulase por la isla mientras llegaban los recursos del Situado. Dicho papel moneda debía redimirse a la llegada del Situado. El monto de estos billetes fue elevado, ya que se sabe que en 1769, al efectuar el rescate, se recogieron del orden de 88.000 pesos en billetes. Hasta la fecha, y según los investigadores de la Universidad de Puerto Rico, no se conoce ningún ejemplar.
Estos billetes o vales se conocieron en la isla con el nombre de “tengos”, denominación que también se utilizó en la Península para los pagarés al portador emitidos por las casas de banca del siglo XVIII y por alguno de los primitivos bancos, junto con el nombre de “abonaré”.
El 17 de Julio 1781 se emiten nuevos billetes de uno, dos, cuatro y ocho reales y de cuatro pesos y se recogieron en 1785, aunque esta nueva emisión no solucionó la falta de moneda por lo que fue preciso volver a emitir nuevo papel moneda en 1787 y 1797.
A partir de 1810, a raíz de los procesos independentistas de las colonias, dejaron de llegar los Situados por lo que la situación fiscal de la isla se colapsó a pesar de los nuevos impuestos creados y de la venta de bienes públicos. En 1811 se estableció la Intendencia de Puerto Rico, independiente del gobierno central español, para intentar una administración más próxima que ayudase a solucionar la situación económica. Según decreto de 31 Agosto de 1812 de la Junta Real de Hacienda (Tesorería Nacional) se manda la impresión de nuevo papel moneda. Los valores que se imprimen son tanto en pesos como en reales y, por estas fechas, la equivalencia de 1 peso es de 8 reales.
Nada más entrar en circulación estos billetes comenzaron a depreciarse, llegando a valer un tercio de su valor nominal a mediados de 1814. Para intentar reconducir la economía se decidió rescatar el papel moneda emitido con aterioridad, con un descuento sobre el nominal, para lo cual se creó la Caja de Amortización el 23 de Noviembre de 1814 con una previsión de amortización del papel en cinco años aunque se consiguió realizarla, gracias a la excelente gestión del Intendente General, prácticamente en su totalidad, en Febrero de 1816.
En 1813 se emitieron obligaciones de 25 pesos por la Tesorería Nacional a plazos de un año y a cuatro meses, con un interés del 6% y que circularon, igual que los Vales Reales de la Península, por endoso, por lo que pueden asimilarse a papel moneda. Estas obligaciones tenían dos problemas, al considerarse como papel moneda. El primero, que pagaban un interés muy elevado, lo que originaría que el valor efectivo fuese casi de 26,50 pesos cuando le quedasen pocos días para ser amortizado. El segundo, que este interés supondría un gran gasto para la Tesorería. Ambas dificultades se resolvieron escribiendo a pie de página en los billetes, “Que de esta cantidad no se abona premio alguno”, o “los premios de esta obligación se pagarán en papel”, es decir, que la solución consistió en no pagar intereses o, al menos, no en plata.
En 1814, basándose en la orden de la Regencia del Reino, de fecha 29 de Junio de 1813, se emiten nuevos ejemplares de papel moneda, realizados en la Imprenta Nacional ya por procedimientos mecánicos, posiblemente para renovar los billetes de emisiones anteriores. Estos billetes solo tienen impresión en el anverso y desconocemos si se emitieron más valores ya que todo lo que sabemos de esta emisión es el conocimiento físico de los ejemplares circulados.
En 1815 el intendente Alejandro Ramirez de Estenos encarga a Filadelfia billetes de 3 y 5 pesos, a la imprenta Murray, Draper, Fairman & Cº, imprenta fundada en 1795, especializada en documentos de seguridad, y que, asociándose a otras firmas, se convirtió en 1858 en la American Banknote & Cº. La impresión se realizó en el mismo tipo de papel que los billetes de banco particular estadounidense de la época, muy fino y no apto para soportar humedades elevadas, propias de clima tropical, lo que junto a la corrosión producida por la tinta de las firmas, ocasiona que los ejemplares que se encuentran estén muy deteriorados.
Estos billetes se realizaron en dos tipos diferentes, el primero con la imagen del escudo de España y el segundo con la imagen de Fernando VII. Están impresos sólo por el anverso y numerados, fechados y firmados por el intendente Ramírez y el tesorero José Bacener de forma manual. No hay documentación oficial de la Corona española autorizando esta emisión. Estos billetes fueron destruidos en Enero de 1825, por la administración estadounidense, por lo que son muy difíciles de encontrar.
Todas la emisiones de papel moneda que hemos visto hasta ahora son más bien Vales o Pagarés.
Debido al descrédito de dichas emisiones, a causa de las devaluaciones que sufrieron, el alto grado de falsificación, etc, cesaron las emisiones en papel. Esta falta de papel moneda ocasionó que en la isla sólo circulase moneda metálica, especialmente procedente de Méjico y Venezuela, de emisiones muy antiguas y con baja calidad (la gran mayoría moneda macuquina), llevada por la alta emigración que se produjo de las colonias que se iban independizando.
En 1865 se funda la Caja de Ahorros de San Juan siguiendo el modelo de las peninsulares, cuyo negocio principal fue la toma de capitales a los que llegó a retribuir con un 6%. La caja quebró en 1879, pero abrió el camino para que en 1873 se fundaran las cajas de Mayagüez y la de Ponce siguiendo su modelo de negocio.
La Caja de Ahorros de Ponce, se autorizó el 20 de Noviembre de 1872 por el Gobierno Superior de la Isla, comenzando a operar el 19 de Enero siguiente. Paralizó momentáneamente sus operaciones en 1876. En 1882 solicita una renovación del permiso de funcionamiento que caducaba ese mismo año. Al no serle renovado el permiso cesó definitivamente su funcionamiento.
Esta Caja emitió billetes de 1, 3, 5 y 50 pesos, aunque algunas fuentes solo señalan la emisión del valor de 50 pesos. Los billetes fueron impresos por P.W. Derham. Estos billetes eran firmados manualmente por miembros de la Junta de administración del banco. Los billetes que se conservan de este banco son escasísimos.
La emisión de billetes más propiamente dichos en la isla de Puerto Rico es muy posterior a las otras provincias ultramarinas españolas.
El 17 de diciembre de 1866 se firmó el decreto de autorización para la subasta de construcción de un ferrocarril en Puerto Rico que debía unir San Juan con Ponce a lo largo de toda la costa. La concesión de construcción se dio en 1888 al ingeniero catalán Ivo Bosch i Puig el cual creó la Compañía de los ferrocarriles de Puerto Rico La construcción de la vía se realizó a tramos sin llegar a completarse.
Dicha compañía emitió los primeros billetes en 1880. Estos billetes fueron impresos en Londres en la firma Charles Skipper and East. Sólo se emitieron billetes con valor de de 5 pesos y están firmados por dos de los consejeros. Existen diferentes variedades de colores del reverso y del CINCO del anverso. Lo más probable es que dicho billete sólo circulara entre los trabajadores del ferrocarril y pequeños establecimientos asociados.
Para intentar acabar con la escasez de numerario circulante por la isla, el 6 de diciembre de 1895 se decreta la regulación del cambio de moneda, prohibiendo la circulación de pesos mejicanos los cuales serían sustituidos por pesos acuñados en Madrid especialmente para Puerto Rico, equivalentes a la moneda de 5 pesetas. El peso mejicano sería valorado al 95% de su nominal y la moneda fraccionaria extranjera sería cambiada por otra equivalente acuñada también en Madrid especialmente para la Isla. La moneda mejicana que se recogiese se cambiaría la mitad en plata y la otra mitad en billetes de canje aprobados en agosto, billetes que se redimirían en plata cuando finalizasen las operaciones de acuñación de la nueva moneda para Puerto Rico. La circulación del billete de canje cesaría a los tres meses de la recogida de la moneda mejicana, plazo en el que se estimaba que se tendría la suficiente cantidad de moneda de nuevo cuño para realizar el cambio.
Los billetes de canje fueron grabados por Bartolomé Maura y Muntaner e impresos en Madrid con el nombre de Ministerio de Ultramar. Fueron impresos con doble matriz de control.
Al no poder tener previsión exacta del circulante mejicano por la isla la impresión de billetes de canje fue superior a la necesaria y parte de los sobrantes fueron adquiridos por la empresa comercial de Leopoldo Cerecedo Millán que los regalaba a sus clientes como recuerdo de Puerto Rico, grabando en la matriz izquierda - Recuerdo de Puerto Rico Agosto 22 1920 Cerecedo.
El Banco Español de Puerto Rico; se creó como sociedad anónima mercantil en 1866, pero no se le dió privilegio de emisión hasta el 5 de mayo de 1888, cuando modifica sus estatutos y se convierte en el Banco Español de Puerto Rico. Se le concede privilegio de emisión por un plazo de 25 años. La primera emisión de billetes se realizó a finales de 1890, pero esta emisión no fue aceptada prácticamente por nadie, ni los propios socios del banco, por las duras condiciones de cambio que tenían segun si se cambiaba en moneda mejicana o en la emitida en la península. Esta emisión fue la primera en la que aparece en el anverso de los billetes el cordero de Agnus Dei, símbolo de Puerto Rico.
Más adelante se autorizó al banco para emitir una nueva serie de billetes por el triple del capital (pudiendo estar el mismo en moneda mejicana o nacional), y con valores que no bajaran de 5 pesos ni excedieran de los 200 pesos. Los billetes eran canjeables en las oficinas de San Juan de Puerto Rico o bien en las sucursales que fue abriendo a partir de 1891. Los billetes del Banco Español de Puerto Rico fueron impresos en la casa American Bank Note Company, de Nueva York. Estos billetes fueron impresos en 1889, aunque salieran a circulación varios años más tarde, y no llevaban la fecha ni las tres firmas que los autorizaban, las cuales se imprimieron aparte. Se fabricaron tres series de billetes, todas ellas con las mismas planchas pero variando los colores.
En Julio de 1894 se procedió a realizar una nueva emisión de billetes con el mismo diseño que las anteriores, sustituyendo el Agnus Dei del medallón por el busto de la regente Doña María Cristina. Dicha serie entró en circulación en diciembre de ese mismo año. Esta es la última emisión de billetes propiamente españoles en la isla.
Tras la entrada de de Estados Unidos en la isla algunos de estos billetes fueron estampillados con las palabras "Moneda Americana".
En 1899 se creó el dólar de Puerto Rico, por un decreto del presidente Willian Mc. Kinley, con una devaluación del 60% del peso puertorriqueño respecto al dólar, lo que originó graves trastornos en la economía de la Isla.
A pesar de estar ya la isla bajo en control de Estados Unidos, el banco español de puerto rico siguió emitiendo billetes pues se le conservó la autorización que tenía para ello de la Corona Española, pero cambió el nombre por el de Banco de Puerto Rico. Realiza nuevas emisiones en 1904 y 1909 con valores en pesos y en dólares, ambas unidades monetarias a la vez en el mismo billete.
En 1913 expiró la autorización de emisión otorgada por la Corona Española por lo que el banco cerró, liquidando sus activos, y el dólar portorriqueño fue canjeado, definitivamente, por el americano con lo cual se consumó la integración monetaria en el sistema de Estados Unidos. Los billetes del banco español fueron admitidos en circulación hasta Enero de 1916 pero se pudieron cambiar, durante nueve años más, en el Puerto Rico Commercial Bank.
Desde 1899 ya se pudieron establecer bancos particulares en Puerto Rico, creándose el First National of Puerto Rico. Dicho banco emitió billetes de 10, 20, 50 y 100 dólares con fecha octubre de 1902, circulando sus billetes al mismo tiempo que los del banco español.
5 - Guinea Española:
Guinea Española (localizada en el golfo de Guinea) fue una colonia africana de España junto con el Protectorado Español de Marruecos y el Sáhara Español. Guinea se formó a partir de las Colonias de Río Muni, isla de Fernando Poo, Elobey, Annobón y Corisco y otras islas adyacentes. En 1926 se reunifican todas para convertirse en Guinea Española. Guinea fue colonia Española entre los años 1885 y 1968 a partir de esa fecha se convierte en nación independiente con el nombre de Guinea Ecuatorial. La peseta guineana fue la unidad monetaria de Guinea Ecuatorial.
A pesar de su independencia y a que las relaciones con España se habían vuelto algo tensas la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre realiza unas emisiones de billetes en 1969 para Guinea y con valores en pesetas (dicha serie se estampilla en 1980 para cambiar el valor a bipkweles) y otra en 1979 con valores en ya en bipkweles.
El 1 de Enero de 2002 se pone en circulación la moneda única europea, el Euro, que va sustituyendo poco a poco a las diferentes monedas nacionales de cada país.
Aunque todos los billetes de euro tienen la misma apariencia independientemente del país de emisión del mismo, existe una manera de distinguir el país al cual pertenece el billete, que no tiene por que ser el mismo que lo ha fabricado. El número de serie del billete viene acompañado de una letra, que es la que nos indica el país al que pertenece. Las letras distintivas de cada país emisor son:
Letra |
País |
Letra |
País |
X |
Alemania |
N |
Austria |
Z |
Bélgica |
G |
Chipre |
E |
Eslovaquia |
H |
Eslovenia |
V |
España |
D |
Estonia |
L |
Finlandia |
U |
Francia |
Y |
Grecia |
P |
Holanda |
T |
Irlanda |
S |
Italia |
R |
Luxemburgo |
F |
Malta |
M |
Portugal |
Quedando reservadas unas letras para los países que están en la euro zona pero que no pertenecen al euro por si se incorporan al éste:
Letra |
País |
W |
Dinamarca |
K |
Suecia |
J |
Reino Unido |
En la parte delantera de los billetes aparece un código (en diferente sitio según el valor del billete) en el que está la información necesaria para saber la imprenta que fabricó el billete. Con la primera letra de éste código sabemos donde fue impreso.
Letra |
Imprenta |
Localización |
A* |
Banco de Inglaterra. |
Loughton / Reino Unido |
C* |
Tumba Bruk. |
Tumba / Suiza |
D |
Setec Oy. |
Vantaa / Finlandia |
E |
F.C.Oberthur. |
Chantepie / Francia |
F |
Österreichische Banknoten und Sicherheitsdruck. |
Vienna / Austria |
G |
Johan Enschedé & Zn. |
Haarlem / Holanda |
H |
De la Rue. |
Gateshead / Reino Unido |
J |
Instituto Polografico e Zecca dello Stato. |
Roma / Italia |
K |
Banc Ceannais na hÉireann. |
Dublín / Irlanda |
L |
Banque de France. |
Chamalières / Francia |
M |
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. |
Madrid / España |
N |
Banco de Grecia. |
Athenas / Grecia |
P |
Giesecke & Devrient. |
Munich / Alemania |
R |
Bundesdruckerei. |
Berlin / Alemania |
S* |
Banco de Dinamarca. |
Copenhagen / Dinamarca |
T |
Banco nacional de Bélgica. |
Bruselas / Bélgica |
U |
Banco de Portugal. |
Carregado / Portugal |
*Éstos son los códigos reservados para cuando sus correspondientes países entren en el euro.
Los billetes en euros plasman el estilo arquitectónico Clásico, Románico, Gótico, Renacimiento, Barroco, Modernismo y Contemporáneo de la historia cultural europea (un estilo para cada valor) y ponen de relieve tres elementos arquitectónicos principales; ventanas, puertas y puentes.
En el año 2013 se lanza una nueva serie de billetes de euro, denominada "Europa". Dicho nombre está motivado por la aparición en ellos de la imagen de una alegoría de Europa de una vasija griega del siglo IV. Los nuevos billetes se irán introduciendo de forma gradual a lo largo de varios años y de forma ascendente, empezando por el billete de 5 euros y terminando por el de 500 euros, contando con los mismo valores que antes. Esta nueva serie de billetes es similar a la anterior, pero variando ligeramente el diseño, las medidas de seguridad y la marca al agua, que será una alegoría de Europa. Con toda probabilidad en esta nueva serie de billetes dejará de imprimirse el billete de 500 euros.
También con esta segunda emisión de billetes de euro cambian las letras asignadas a las diferentes fábricas que realizan la impresión de los billetes en los distintos estados miembros de la unión, quedando estas letras de la siguiente manera:
Letra |
Imprenta |
Localización |
D |
Polska Wytwórnia Papierów Wartościowych. |
Varsovia / Polonia |
E |
F.C.Oberthur. |
Chantepie / Francia |
H |
De la Rue. |
Loughton / Reino Unido |
J |
De la Rue. |
Gateshead / Reino Unido |
M |
Valora. |
Carregado / Portugal |
N |
Banco de Austria y Sicherheitsdruck. |
Viena / Austria |
P |
Johan Enschedé en Zonen. |
Haarlem / Paises Bajos |
R |
Bundesdruckerei. |
Berlin / Alemania |
S |
Banco de Italia. |
Roma / Italia |
T |
Banco central de Irlanda. |
Dublin / Irlanda |
U |
Banco de Francia. |
Chamalières / Francia |
V |
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. |
Madrid / España |
W |
Giesecke & Devrient. |
Leipzig / Alemania |
X |
Giesecke & Devrient. |
Munich / Alemania |
Y |
Banco de Grecia. |
Athenas / Grecia |
Z |
Banco nacional de Bélgica. |
Bruselas / Bélgica |